Editorial - El dilema en torno a Barak Obama

El senador federal de Illinois, puntero en la campaña por la nominación demócrata a la presidencia de EE.UU., nos tiene dudando a muchos sobre lo que él cree, no cree, condona o condena. Y no es fácil teniendo en cuenta factores que han dado forma a quien es él hoy.

Los medios dicen que nació de padre musulmán y madre bautista (secta cristiana evangélica) en Hawai, que su padre lo abandonó antes de cumplir los diez años, que siendo niño abrazó la religión de su madre y que repetidas veces ha enfatizado que él es bautista desde su infancia. En estos días volvió a relucir el asunto de su credo religioso, algo que para los estadounidenses es de suma importancia, porque ellos proclaman a los cuatro vientos que no sólo creen en Dios (el motto está en todas sus monedas y billetes), sino que son muy cristianos (el "muy" es parte esencial, porque la mayoría lo son en su país). No vamos a escudriñar en este editorial la semántica o teología del término "cristiano", sus implicaciones ético-moralísticas, sus secuelas a través de la historia y su proyección en la vida y conducta de sus creyentes, porque ello acarrearía un compendio enciclopédico. Enfoquémonos en lo que inquieta a los cristianos estadounidenses: las creencias religiosas de Obama. Y a nosotros, israelíes, en nuestra difícil (esto es para otro editorial que aparecerá muy pronto) relación con Estados Unidos.

Este jueves, el senador novato habló a la cadena televisiva Fox y escribió a la analista política republicana Arianna Huffington condenando de manera categórica "declaraciones completamente inaceptables e inexcusables" de su pastor (consejero espiritual o religioso), Jeremiah Wright, líder de la congregación Trinity de la Iglesia Unida de Cristo (United Church of Christ) en Chicago. Obama dice en el blog de Arianna que Wright "lo trajo al cristianismo, ofició su matrimonio, bautizó a sus dos hijas e inspiró el título de su libro "La audacia de la esperanza"; y que ha "buscado su consejo espiritual y no su asesoría política", pero que le "duele y enoja saber los comentarios de su pastor", que Obama niega haberlos escuchado directamente...

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