Aunque ambas congregaciones tengan motivos distintos, Jerusalem constituye el gran punto de encuentro para estas dos ocasiones, que este año coinciden este fin de semana.
Mientras los judíos recordamos y festejamos los hechos que se relatan en el libro bíblico de Ester, en donde el pueblo es salvado de la destrucción a manos del malvado Aman, los cristianos recorren con fervor el camino que lleva a Jesús a la crucifixión por parte de los romanos y su posterior resurrección.
Dos motivos para unir a los pueblos en la ciudad santa de Jerusalem y sumar rezos para una paz duradera en esta tierra bendita, castigada por el odio y la barbarie de los enemigos de la vida y la convivencia civilizada.
redacción desdeisrael.com
Ani Yehudi
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