Israel Winicki
En 1945 terminó la peor hecatombe en la historia de la humanidad: la Segunda Guerra Mundial. Atrás quedaban 50 millones de muertos, una Europa arrasada, el horror de los campos de exterminio nazis, y, como remate, esa nueva locura pergeñada por la mente humana: la bomba atómica, de cuyo poder fueron testigos las ruinas de Hiroshima y Nagasaki. La humanidad había abierto las puertas del infierno durante 6 años, y ahora trataba de cerrarlas definitivamente...
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Ani Yehudi
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