Moscú ha enviado el claro mensaje, tal parece que en su “zona de influencia regional” tener lazos estrechos con EE.UU. y Occidente es un grave error y que se paga muy caro por ello. Europa deberá reconocer que la realidad ha marcado el fin de una corta utopía en que se creyó en la cooperación continental donde el derecho de los nuevos países surgidos post-caída de la cortina de hierro a escoger su propio destino era visto con buenos ojos...
Ani Yehudi
sábado, 16 de agosto de 2008
Neo-imperialismo ruso, el nuevo desafío europeo
Por George Chaya
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George Chaya,
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