Sr. Presidente,
Estamos hoy aquí porque 40 Miembros de la Knesset han llamado a esta sesión especial para discutir la política exterior del gobierno, así que me gustaría señalar los principios que guían nuestras acciones en el mundo de las relaciones exteriores y de la defensa.
Existen tres principales amenazas que enfrentamos hoy en día: la amenaza nuclear, la amenaza misilística y lo que yo llamo la amenaza Goldstone. Todo esto es lo que debemos saber para reanudar y luego acelerar el proceso de paz con los palestinos, con la meta de alcanzar un acuerdo. Estas son nuestras principales tareas. Quiero discutir brevemente cada una de ellas y, luego, decirle unas pocas palabras a la oposición.
2009 termina en sólo una semana y nosotros estamos preocupados, junto con nuestros muchos amigos en la comunidad internacional, acerca de lo que está ocurriendo en Irán. La gente, ahora, mira en forma diferente a Irán, en razón de la secuencia de los recientes acontecimientos – comenzando con las elecciones, pero aún antes de eso, cuando el presidente iraní comenzó a dejar en claro sus metas. Y las instalaciones nucleares en Qom. Todas estas cosas han llevado a una creciente deslegitimación del régimen iraní, de su deseo de desarrollar armas nucleares y su declarado objetivo de borrar a Israel del mapa.
Esa es al razón por la que existe ahora la posibilidad de que la comunidad internacional imponga duras sancionas contra Irán. Estamos trabajando duro para alcanzar esa meta; no todo puede ser revelado, pero estamos trabajando intensamente en el ámbito internacional para asegurar que se le impongan a Irán rigurosas sanciones. El tiempo dirá si estas sanciones serán suficientes para detener el programa nuclear iraní, pero ellas son una condición crítica y, aún, esencial. Estimo que se tomarán decisiones a comienzos de 2010. Pienso que en febrero – por lo menos por parte de las Naciones Unidas.
No puedo decir cual será el resultado de estos esfuerzos. Sólo puedo decir que, pienso, todos los miembros de la Knesset están unidos en este tema. Estamos haciendo todos los esfuerzos para garantizar un resultado positivo. Pero, por supuesto, la decisión, finalmente, será tomada por los miembros del Consejo de Seguridad donde, aún un único miembro, puede inclinar la balanza hacia el lado equivocado.
La amenaza de los misiles y cohetes se está intensificando. También aquí estamos trabajando para desarrollar una solución, y proteger a aquellos que viven en la línea de fuego. Estamos trabajando junto con Estados Unidos en una cantidad de proyectos – algunos que nos son familiares o, por cierto, a los miembros de los Comités de Relaciones Exteriores y de Seguridad, así como también en otros proyectos. Pero mi gobierno ha adoptado una muy simple política: no toleraremos ningún goteo o llovizna de cohetes que más tarde se conviertan en lluvia y después en una tormenta hecha y derecha.
Cualquier cilindro de metal cargado con TNT que se dispare, aún si cae en campo abierto – que, menos mal, ha sido el caso hasta ahora – tendrá una respuesta. Puede ser que no en el siguiente minuto u hora, pero llegará rápidamente y podría ser bastante dolorosa.
Finalmente, Goldstone se ha convertido en el código de un fenómeno mucho más amplio: el intento de negar la legitimidad de nuestro derecho a la auto defensa. No comenzó recién ahora. La campaña internacional contra Israel viene desde la Conferencia de Durban de 2000 y desde el intento en La Haya, en 2003, de condenar la cerca de seguridad que ha protegido a los niños israelíes – pero que igual es condenada.
Conozco a un joven que trató de explicarle a un crítico el papel de esta “horrible” cerca. Le dijo: “Había un niña en mi clase que, un día, no vino a la escuela. Fuimos a buscarla, pero no tuvimos suerte. Más tarde nos enteramos de que había sido muerta por un suicida con bombas que cruzó la frontera en el sitio donde hoy no sería capaz de cruzar. Por la cerca”.
La cerca no está aún terminada. Pero en 2003, compareció en La Haya. Israel construyó una cerca – sólo una pequeña sección era un verdadero muro – y fue llevada ante La Haya para responder por este terrible crimen internacional. Más tarde, en 2005, el General Doron Almog no podía viajar ni siquiera a Londres porque habría sido arrestado por crímenes de guerra. Esto fue en 2005, aún antes de la Segunda Guerra de Líbano de 2006 y de la Operación Plomo Fundido en 2008, de la que hablaré en un minuto. Todos tenemos aquí un problema real.
Ehud Olmert habla en los campus en Estados Unidos y es denunciado como criminal de guerra. Al Ministro de Defensa Ehud Barak lo quieren arrestar en Londres. Y hay una orden judicial contra Tzipi Livni, la líder de la oposición. Esta es la secuencia. Todos ustedes conocen, en sus corazones, la verdad. Esta es una ofensiva general, no simplemente contra uno u otro gobierno israelí. Y estamos realizando acciones para confrontar esto.
Algunas de las cosas más problemáticas se derivan de nuestra genuina y justa lucha para defendernos contra una nueva forma de guerra: terroristas que nos atacan mientras se esconden detrás de sus propios civiles. Esto requiere una formidable cohesión interna. Requiere hacer lo que yo hice – cuando estuve aquí, como líder de la oposición, y dije que los apoyaba a ustedes. Brindé docenas de entrevistas a los medios de comunicación. Del mismo modo lo hicieron mis compañeros, que también participaron en delegaciones de la Knesset que defendieron nuestra causa. Nadie buscó apuntar con el dedo o criticar a un gobierno que se movilizó para defender a los ciudadanos de Israel. No dijimos que era toda “vuestra culpa”, simplemente en razón de la presión o respuesta internacional. Nuestra cohesión interna es tan importante para nuestra postura internacional, que no deberíamos buscar oportunidades o fisuras para desafiar a un gobierno en funciones. Tanto el gobierno como la oposición deben actuar con dignidad y responsabilidad.
Esto me trae al tema palestino, que es tan claro como el asunto Goldstone. Expliqué con detalle dos principios que casi todos en la Knesset pueden apoyar.
El primero es la exigencia que el Estado de Israel sea reconocido como un Estado Judío. Esto incluye renunciar a cualquier reclamo del derecho de retorno – en código, la destrucción del Estado de Israel – y terminar con todos los otros reclamos. Esto garantizará que la paz sea genuina y no sólo una táctica para continuar la lucha.
El segundo principio – que viene junto con nuestro reconocimiento del deseo de los palestinos de tener un estado propio – es la exigencia de completa desmilitarización, de modo que las cosas no vuelvan a ser de la forma que eran. Completa desmilitarización no es un pedazo de papel. No es simplemente un acuerdo. Y no se trata simplemente acerca de alguna resolución del Consejo de Seguridad. Nuestro problema es que nos estaremos retirando de territorios y el vacío será inmediatamente llenado por Irán y sus representantes, o por armas iraníes y sirias.
Nuestro problema no es Hezbollah o nuestra frontera con Líbano. Es la frontera entre Siria y Líbano. De ahí es de donde provienen las armas. Y nuestro problema con Hamas no es una frontera o costura entre Israel y Gaza. Son esos 12 kilómetros entre Gaza y Egipto, porque, nuevamente, ahí es de donde provienen las armas. Esa es la razón por la cual la desmilitarización es un problema real, no simplemente un papel. Habrá conversación acerca de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, o acerca de algún tipo de acuerdo multilateral. Pero Gaza ha probado que esto es un problema serio, porque la mayoría de las armas no se fabrican en Gaza sino que se importan. Al menos las más efectivas. Y lo están siendo cada vez más.
Es por eso que necesitamos una solución real para garantizar la desmilitarización. Sé cuales deben ser las condiciones mínimas– y también las discutiremos cuando llegue el momento – pero deberemos insistir en más que simplemente palabras. No podemos hablar acerca de una solución sin hablar de estas dos cosas, reconocimiento y desmilitarización, como condiciones fundamentales. Lo que dije en la Universidad Bar-Ilan, y lo que he dicho en otras ocasiones, requiere un amplio consenso que debe ser forjado y que nos dará gran fortaleza.
Pero no acordamos por meras declaraciones. Las palabras son importantes, pero las acciones son aún más importantes. Dijimos lo que había que decir, pero también actuamos. El miembro de la Knesset Sarsur dijo que la primera cosa que hicimos fue “prometer que Judea y Samaria serían un paraíso”. Bien, yo no prometí que sería un paraíso, pero sí prometí prosperidad económica.
Hamas convirtió a Gaza en el infierno en la tierra, pero Judea y Samaria pueden ser transformadas. Puede que no en un paraíso, pero sí en una de las economías más prósperas del mundo. En términos absolutos, no sólo en índices relativos de crecimiento.
¿Cómo? ¿Por qué la economía palestina, en el medio ambiente de la economía global de hoy, experimenta un crecimiento del 7%, 8%, 9% o quizá aún mayor? ¿Cuánto habría crecido si no hubiéramos removido eso puestos de control y barreras? Yo sé, todos sabemos, que hay más trabajo delante de nosotros.
E hicimos otra cosa. Desde el primer día, le dijimos a los palestinos, a los estadounidenses, a los europeos, a los rusos y al mundo entero, que las negociaciones debían comenzar inmediatamente. Desde el primer día. Pienso que un llamado fue también emitido desde justamente aquí, el podio de la Knesset, a la Autoridad Palestina. Y decir que nunca recibimos una respuesta, sería quedarse corto.
Recientemente también dimos otros pasos. El Secretario de Estado de USA dijo que no tenían precedentes. Es verdad. Pero en vuestros corazones, todos ustedes saben la verdad que, desde el primer día, demostramos buena disposición – que reflejaba el deseo unificado del pueblo – de hacer arrancar las negociaciones de paz. Y les diré que, aunque no todos estén de acuerdo, todavía tenemos un deseo real de completar esas negociaciones, basadas en los principios acerca de los cuales hablé anteriormente.
¿Qué hemos obtenido de la otra parte? El informe Goldstone, quejas acerca de la construcción en Gilo y toda clase de precondiciones sin precedentes e injustificadas. Permítanme contarles de donde viene todo esto. De las expectativas de que este gobierno podría ser etiquetado y acusado por todo, a pesar de estos hechos que he compartido y que ustedes saben que son verdaderos. Y de la creencia de que conflicto y crítica pueden tomar el lugar del amplio acuerdo que necesitamos realmente.
Estoy aquí para decirles que la cohesión interna es la cosa más importante que nos permitirá realizar dos tareas: defendernos contra ataques en virtud del derecho de autodefensa, y asegurar que la Autoridad Palestina venga a la mesa de negociación, porque todos nosotros conocemos los hechos.
Sr. Presidente
Esta es la razón por la que digo que necesitamos luchar lado a lado, para contrarrestar las falsas acusaciones contra el Estado de Israel, exactamente como lo hemos hecho en el pasado. Cuando tomemos medidas, reales y sin precedentes, para reanudar el proceso político, deberemos trabajar juntos. Aún cuando estemos haciendo algunas cosas que nadie había hecho antes, sé que nuestro deseo de paz siempre ha sido compartido por todos y, por lo tanto, en esto necesitamos trabajar juntos.
La única opción real que hay frente a ustedes es criticar o apoyar. No les pido a los miembros de la Knesset nada que no le pedí a mis compañeros miembros de la oposición, cuando yo era líder de la oposición, hace muy poco tiempo. Cuando se trata de temas importantes que conciernen a la seguridad y a la política exterior del Estado de Israel, se tiene, en realidad, una sola opción. No criticar, simplemente por criticar, o encontrar toda clase de excusas por las que no se apoya una política que se sabe es exacta y justa para Israel en este momento. Ustedes tienen una elección real y responsable y ella es la de apoyar al gobierno israelí en este momento.
http://www.pmo.gov.il/PMOEng/Communication/PMSpeaks/speech40sigh231209.htm
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld